La infiltración consiste en realizar una inyección de medicamentos en forma de sustancia líquida que se aplica de manera local en la zona lesionada. Cuando éstas además se aplican con la ayuda de un ecógrafo, la técnica resulta totalmente segura.

Esta técnica se emplea en lesiones agudas con mucho dolor donde se busca reducir el mismo o en lesiones crónicas cuando no hemos tenido éxito con tratamientos más conservadores.

Las infiltraciones pueden utilizarse prácticamente en cualquier patología que curse con dolor e inflamación, pues tendríamos resultados con la disminución en ambos casos.

Es una técnica que se realiza en consulta y en unas condiciones de antisepsia
total . Lo primero es localizar la zona a tratar con la ayuda del ecógrafo. Después se utiliza una jeringuilla dependiendo de la profundidad del tejido a tratar y se introduce la sustancia elegida 

El único cuidado recomendado tras la infiltración es mantener la zona en reposo relativo durante un par de días.